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La mañana deslumbraba el día, la pequeña orilla de la ventana suelta dejaba ver unos rayos de sol, mis ojos entre cerrados y abiertos se estaban reanimando. Tome la ligera decisión y me puse de pie, directo a sentarme en el sofá, parecía que aun seguía dormido me había levantado como un zombie desvelado. Sin embargo con reojo mire el reloj de pared la aguja marcaba las 7:18AM....
Un poco tarde realmente. Debo de devolver el auto, empacar mis cosas porque vendrán por ellas al mediodía para llevarlas al aeropuerto. Hoy regreso por fin a Alemania, las vacaciones que tuve aquí fueron a la vez geniales pero también aburridas, viéndolo bien que podía esperar si viajo solo. Por otro lado también sacie mis ficciones acto que se ha vuelto típico y no podía faltar. Me saca una sonrisa pensar que volveré allá donde investigo mis propios crímenes, espero con ansias el momento para volver a trabajar y juro que tan pronto llegue pasare por el cementerio a visitar a Polly no me olvido de ella jamás lo haría, si hubiese tenido sentimientos es seguro que hubiera sentido algo hacia ella, pero a pesar de seguir aceptando esa realidad tratare destaparme por alguien más.
Me di lugar mediante la mañana a alimentar a Apep y guardar sin apuros mi ropa en las maletas negras, no me olvidaba de mis instrumentos de tortura pero no precisamente para llevarlos conmigo sin no más bien para desaparecerlos en algún basurero de la ciudad. Cada vez la hora de marcharse se acercaba. Llegaron a recoger el vehículo rentado motivo por el cual baje para firmar los papeles de entrega y sacar la basura ¡Si la basura! Como cuchillos y bueno cosas así nada extravagantes, los demás químicos que son cloroformo, anestesia y desde luego mi arma van conmigo siempre es algo que poseo legal para cosas ilegales. Es bello Manipular a los idiotas. Media vez la tarde llegaba con furia todo se hallaba preparado para que lo llevaran. Recibí una llamada del aeropuerto aproximadamente a las 3:00 era para a visar que ya venían por mí. Me sentía amable el día de hoy y quise ahorrar tiempo y esfuerzo bajando yo mis cosas para solo esperar el auto, desde luego los trabajadores del hotel me ayudaron, no mucho el esfuerzo en efecto. El vehículo apareció de una esquina mortal a toda velocidad y quedo de freno inmediato a mi izquierda, el conductor bajo la ventana y pregunto mi nombre
Xxxx: ¿Bill Kravitz?
Yo: ¡Sí! –Resalte mis ojos- Debería conducir con más cuidado –Gruñí-
Xxxx: sé cómo hacerlo
Yo: pues no se nota –Respondí caminando a baúl para guardar todo-
El hombre salió del vehículo era un sencillo, moreno, alto y barbudo que se paro frente a mí, me miro un poco enfadado con los ojos encendidos. Y sin más remedio se puso a hacer su trabajo, ¿Cuál? Pues el que yo hacía.
Yo: gracias –Dije con una sonrisa superior cuando termino-
Xxxx: ¡Odio mi trabajo! –Exclamo en voz baja haciendo rechinar sus dientes-
Jajaja amo la superioridad, no siempre la puedo tener, pero cuando se me da la oportunidad no la desaprovecho, por el motivo en que yo debo de seguir órdenes en mi trabajo, pero sin idea alguna me doy el suspiro de alivio al no ser un renegón irresponsable ante ello, las ordenes no son un problema para mí las puedo seguir muy bien al pie de la letra. Sin embargo no todos tienen esa madures o lo que sea, un ejemplo es el hombre que maneja este auto se nota a leguas que es un fóbico a ellas o tal vez al trabajo. La forma en la que toma en volante lo dice, sus pupilas dormidas lo demuestran, y esa cara mal humorada de “Odio esto” Es más que suficiente a para saber que un día tendrá un fatal accidente. Pero aun pareciendo un dormido haragán no niego que me llevo en un santiamén al aeropuerto, condujo con bestia… Pero si lo vuelve hacer que importa. ¡Ya estoy en el aeropuerto!
Otro pasaje más de espera. Esperar trámites de papeles más gracias a Apep, no puedo sacar nada de este país si un permiso de legalización. Cuando la secretaria me dijo eso no supe que hacer y la decepción no tardo, por mi mente paso la idea de que tendría que regresar para obtener esos benditos papeles y no irme hoy. Pero ¡No! Esos documentos se sacaban allí mismos. Suspiro de alivio que me dio.
La secretaria se llevo unos documentos y me los entrego.
Xxxx: debe ir a la sala 5 a traer otro sello en los 4 papeles, cuando los tenga solo los entrega con el pasaporte y listo.
Yo: ok! –Doble el papel- gracias, realmente gracias, no creí que esto fuera así. Pero gracias –Repetí-
Xxxx: es un placer, buen viaje.
Busque confundido lo más pronto la sala 5. No la hallaba por ninguna parte, tuve que preguntar a una ordenanza que pasaba con su escoba a lado mío. Me indico que estaba hasta en el otro edificio del aeropuerto, le agradecí apresurado y me fui casi corriendo.
¡Aleluya! No había nadie esperando. Logre que sellaran los papales y volví a salir apurado sin embargo en la puerta, una mujer... Bueno una anciana realmente intento detenerme pidiéndome que le comprara un collar. No estaba interesado y bruscamente respondí que no, pero la mujer con tanta insistencia comenzó a perseguirme.
Yo: -me debute- oiga ya, por favor, mi vuelo está por salir, deje de seguirme odio eso
Xxxx: cómprame este collar hijo, sería un lindo regalo para tu novia
Yo: ¡No! –Gruñí- Y ya deje de seguirme -dije volviendo al paso-
Xxxx: ¡COMPRALO! –Dijo la anciana testaruda otra vez tras de mí-
Yo: -Pare de nuevo- está bien, está bien –Repetí- ¿Cuánto quiere? –Pregunte fastidiado-
Xxxx: no importa cuánto desees darme por él, lo más valioso es el corazón negro según el humor que tengas cambiara de color, en verdad lo hace. Esta negro porque así estamos todos debido a los pecados, pero cuando toque la piel viva el color puede variar. Págame lo que tú quieras
Yo: -Saque la billetera y mire a la anciana- sonreí- ¡Interesante! –Di el dinero, no sé cuanto pero un detectablemente el precio justo- Ahora ya deje de seguirme –Dije dando la vuelta-
Xxxx: ¡Desde luego! –Exclamo quedándose ahí-
Con poca importancia guarde el collar en el bolsillo de mi chaqueta y corrí, llegue a tiempo para entregar la documentación. El vuelo 123 fue anunciado por el megáfono, estaba a punto de partir.
Muy tranquilo entre al avión y me acomode en mi asiento a lado de la ventana, las aeromozas dramatizaron como siempre las indicaciones, sin más espera el avión comenzó a subir. Y bien hay iba él príncipe, abandonando la ciudad extraña en la que también cometí destrozos, en la que deje bajo su tierra un tesoro enterrado, en la que descubrí que los policías son tan malos como los chistes de Tayler. Donde las estrellas de un hotel ya no brillaran. Y desde aquí arriba solo veo luces podridas, artificiales fingidas, no es solo este país la fachada de paraíso, si no todos, porque de no ser así yo ni ninguno de las mentes criminales existiera.
Odio los viajes largos, son aburridos pero este se lleva el premio porque me durmió profundamente sin estipulaciones. Despertaba por minutos, las azafatas pasaban ofreciendo, las asquerosa comida de los aviones. Amablemente me negaba. Y volvía cerrar los ojos, me dormí toda la noche como un alma recién nacida, fue espectacular despertar y ver que el frio y hielo de mi país bañaba el avión, si fue genial pero ese mismo invierno de nieve sacudía frívolamente el vuelo, oír que el avión tronaba me daba un poco de pánico, debido a tanta turbulencia la voz del capitán hizo su llamado de atención a los pasajeros.
“Lamentamos informar que estamos sufriendo anomalías en los vientos, está nevando muy fuerte y las turbulencias son violentas, pero por favor no se asusten estamos por llegar a tierra” “Cambio fuera”
Las palabras del capitán no me desapartaron los nervios, he visto películas y eso es lo que dicen siempre incluso los ensayan antes del vuelo. No, no, no pero como estar tranquilo si cada vez el avión se agitaba mas y hacia esos sonidos de cómo si se estuviera destrozando algo, mis nervios crecían a mil. ¡Baya ya encontré mi fobia! Por segundos pensaba que los inhaladores se soltarían, pero nada que ver, solo era mi absurda imaginación. Después de unos pocos minutos de pavor el llamado del capitán llego otra vez con más alivio dijo que nos colocáramos los cinturones porque estábamos por aterrizar. Y así fue como Salí de ese avión con los pelos de punta y sin mencionar el enorme frio.
Es de mañana y ya estoy en Alemania con los pies en mi tierra, creo que jamás olvidare el temor que viví dentro de esa ave de mil demonios.
Bajo la nieve y sujetando fuerte mi chaqueta entre a la sala para registrar la salida de mi equipaje, sin embargo al pasar por la sala de espera me lleve la más bella noticia del día porque mi perfecta novia estaba allí, vestía con un pantalón y la infaltable chaqueta larga su delicioso cuello lo cubría una bufanda rosa y claro llevaba esos zapatos altos haciéndola ver aun mas hermosa, ella sin retraso corrió discreta y a la misma vez emocionada donde me encontraba, no retuve mi sonrisa por verla.
Mischa: ¡Bill! –Exclamo emocionada, mientras me abrazaba-
Yo: hola Mischa –Dije respondiendo a su afecto-
Mischa: ¡Hay qué emoción verte de nuevo! Estoy desde hace más de una hora esperando por ti
Yo: ¿En verdad?–Sonreí- no debías molestarte
Mischa: no es una molestia es un placer, y si hubiese llegado más tarde te hubiera esperado hasta verte
Yo: -Baje la mirada sonriendo- ¡Gracias!
Mischa: pero cuéntame ¿Cómo te fue?
Yo: bien supongo… Oye debo de ir por mi equipaje en este instante ¿Me acompañas?
Mischa: pues claro
Mischa caminaba a mi derecha callada llevaba sus ojos perdidos al piso, mordía su labio inferior, tal vez pensaba en algo. Pero tan pronto llegamos a retirar las maletas se aparto de su misterio.
Mischa: ¿Bill el auto del aeropuerto llevara tus cosas al departamento?
Yo: si, como siempre
Mischa: yo vine en el mío, creo que podríamos irnos en el mío, así te ahorras todo eso y sería más fácil
Yo: mmm –pensé- Esta bien, y si tienes razón, el que me llevo ayer era conducido por un frívolo amargado
Mischa: -rio- ¿De verdad?
Yo: si, debiste verlo –Exclame tomando una maleta-
Mischa volvió a reír y tomo la iniciativa de ayudarme, guardamos todo en el baúl, excepto a Apep la cual lleve en mis piernas, Mischa llamo mi atención por ello.
Mischa: entra eso ahí –Señalo-
Yo: no, debo llevarlo aquí conmigo
Mischa: ¿Por qué?
Yo: es algo especial, y no lo puedo tirar ahí
Mischa: -frunció el ceño- como quieras.
Entramos al auto, mi novia comenzó a conducir con la boca cerrada, aunque veía la caja que llevaba en mis piernas, con una incertidumbre perpleja. Pero no preguntaba nada. Hasta estacionarse en la orilla techada del apartamento.
Mischa: bien, ya estás en casa.
Yo: -tome su rostro y la bese emocionado- muchas gracias, eres muy amable, bella, dulce lo tienes todo
Mischa: -rio- así es -Volvió a besarme- y tu eres muy sincero, así que dime que traes en esa caja
Yo: cuando subamos te lo diré
Mischa: está bien –Dijo interesada-
Empuje la puerta principal del apartamento, el conserje me saludo muy contento, respondí levantando mi mano a la distancia, mientras el ascensor se cerraba. Volver a caminar por los pasillos fue fascinante, aunque iba cargado con el equipaje y la caja era fantástica, mi pobre novia iba casi igual que yo, pero al entrar de una vez a la habitación dejamos caer todo en el suelo y ella me abrazo y beso de nuevo.
Mischa: extrañaba hacer esto.
Yo: yo también –Tome su cintura dirigiéndola directo al sofá, la seguía besando, pero me freno con intención dándome una pregunta-
Mischa: ¿Y cómo te fue? –Exclamo acomodándose bien en el mueble-
Yo: muy bien… Fue tiempo de documentación y firmas, el clima haya era muy diferente aquí –La mire- La nieve… La extrañaba
Mischa: no hay un lugar mejor que Alemania, -Sonrió- ¿Y me dirás que traes en esa caja?
Yo: claro –Me levante a traerla y me volví a sentar- es algo extraño, tal vez te de miedo y me etiquetes pero me pareció interesante tomarla. Mischa no tengas miedo
Mischa: ok! –Respondió confundida- ¿Y qué es?
Yo: -destape la caja de cristal y abrir la tapa, metí mi mano derecha y con delicadeza tome a Apep- esto –puse la víbora frente los ojos de mi novia-
Mischa: Haaa –Grito tirándose de un brinco- ¿Es es eso? ¿Bill es una serpiente?
Yo: si, se llama Apep
Mischa: oooye eso no es normal, -dijo riendo nerviosa- puedes tener un perro, un gato incluso un pollo pero ¿Una serpiente?
Yo: cuando llegue a Malasia fui a un tour, un tipo raro al que no entendía su idioma me la dio, dijo que había estado esperando un amo por mucho tiempo, ella me eligió, fue algo místico, me gusta probar cosas nuevas por eso acepte la responsabilidad de cuidarla. No tengas miedo no te hará daño
Mischa: hooo si tu lo dices –replico volviendo a sentarse- ¿Le pusiste Apep? –pregunto tratando de tomarla-
Yo: tenla no te hará nada, -insistí- Apep era muy poderosa, leyendas griegas y todo eso ¿Sabes de lo que hablo no?
Mischa: por supuesto –respondió inspeccionando los dientes de la serpiente- grandes colmillos Heee ¿Qué le das de comer?
Yo: pequeñas ratas importadas –reí- eso come, deben estar vivas es una cazadora y seria contra la ley de la naturaleza matar su instinto, se lo que estas pensando ahora “Hooo Bill es una maldito loco, raro, y su serpiente es una colmilluda mansa”-Dije con un tono de voz burlo, solo para intentar hacerla reír-
Mischa: eso mismo se está cruzando por mi cabeza en estos instantes –Respondió en son de broma- No, Bill –Guardo la seriedad- eso no es raro para mí –Bajo la mirada- toda mi familia desde siempre, han tenido la costumbre de tomar fotos cuando alguien de la familia fallece. Los sientan en una silla con los ojos cerrados, sacan la foto y la guardan en un álbum, yo tengo uno pero no me gusta verlo, eso es tétrico y anormal, pero es una costumbre que no rompen jamás.
Yo: whooow esa no me la esperaba –dije sorprendido- suspire- ok! Dejemos todo esto a un lado. Usted bella damisela -dije en mi mejor imitación de lord Mountbatten- ¿Quisiera salir conmigo a visitar a la abuela Polly en este momento? –Sonreí-
Mischa: -continuando el juego miro hacia el techo- ¡Déjeme pensarlo! Mmm está bien –rio-
Yo: entonces solo permíteme acomodar a Apep en algún lugar de la mesa y nos vamos.
Mischa: en mi auto
Yo: -vire los ojos- en tu auto –me levante y busque un lugar donde poner la caja, la deje junto al televisor muy bien acomodada- ¿Queda bien aquí no? –Pedí opinión a Mischa-
Mischa: si creo que espantara a cual quien niño que quiera colarse –dijo en broma-
Yo: aquí no hay niños –camine a la mesa- solo esta Maddy pero él no es un niño, es un bastardo infantil que es diferente
Mischa: deja la rivalidad con Maddy, además, muchas cosas han cambiado desde que te fuiste
Yo: ¿A qué te refieres? … Hooo –fruncí el ceño- otra cosa señorita ¿Quisiera explicarme usted porque no fue a trabajar?
Mischa: día libre –respondió moviendo sus cejas-
Yo: ¿Día libre?
Mischa: ajan, ya no es solo Girola el jefe si no también un nuevo comandante llamado Kendall. Pero descuida es igual de antipático que Girola, y por lo que se ve nuestro amagado jefe odia a Kendall viven paliando, y Tayler mmm lamento decirte esto pero… Kendall lo coloco como compañero de Maddy?
Yo: ¿Qué? ¿Pero porque? –me exalte-
Mischa: ¡Ordenes! Pero creo que cuando regreses el volverá a ser tu compañero, ¡Creo! No estoy segura
Yo: ¡Baya! –Me dije perplejo- ¿Y que mas?
Mischa: muchas cosas más lindo… emmm vámonos ya, te las contare en el camino
Yo: con lujo de detalles.
Mischa: ¡Con todos los detalles!
Micha cogió mi brazo y con el otro azote la puerta.
Me di lugar mediante la mañana a alimentar a Apep y guardar sin apuros mi ropa en las maletas negras, no me olvidaba de mis instrumentos de tortura pero no precisamente para llevarlos conmigo sin no más bien para desaparecerlos en algún basurero de la ciudad. Cada vez la hora de marcharse se acercaba. Llegaron a recoger el vehículo rentado motivo por el cual baje para firmar los papeles de entrega y sacar la basura ¡Si la basura! Como cuchillos y bueno cosas así nada extravagantes, los demás químicos que son cloroformo, anestesia y desde luego mi arma van conmigo siempre es algo que poseo legal para cosas ilegales. Es bello Manipular a los idiotas. Media vez la tarde llegaba con furia todo se hallaba preparado para que lo llevaran. Recibí una llamada del aeropuerto aproximadamente a las 3:00 era para a visar que ya venían por mí. Me sentía amable el día de hoy y quise ahorrar tiempo y esfuerzo bajando yo mis cosas para solo esperar el auto, desde luego los trabajadores del hotel me ayudaron, no mucho el esfuerzo en efecto. El vehículo apareció de una esquina mortal a toda velocidad y quedo de freno inmediato a mi izquierda, el conductor bajo la ventana y pregunto mi nombre
Xxxx: ¿Bill Kravitz?
Yo: ¡Sí! –Resalte mis ojos- Debería conducir con más cuidado –Gruñí-
Xxxx: sé cómo hacerlo
Yo: pues no se nota –Respondí caminando a baúl para guardar todo-
El hombre salió del vehículo era un sencillo, moreno, alto y barbudo que se paro frente a mí, me miro un poco enfadado con los ojos encendidos. Y sin más remedio se puso a hacer su trabajo, ¿Cuál? Pues el que yo hacía.
Yo: gracias –Dije con una sonrisa superior cuando termino-
Xxxx: ¡Odio mi trabajo! –Exclamo en voz baja haciendo rechinar sus dientes-
Jajaja amo la superioridad, no siempre la puedo tener, pero cuando se me da la oportunidad no la desaprovecho, por el motivo en que yo debo de seguir órdenes en mi trabajo, pero sin idea alguna me doy el suspiro de alivio al no ser un renegón irresponsable ante ello, las ordenes no son un problema para mí las puedo seguir muy bien al pie de la letra. Sin embargo no todos tienen esa madures o lo que sea, un ejemplo es el hombre que maneja este auto se nota a leguas que es un fóbico a ellas o tal vez al trabajo. La forma en la que toma en volante lo dice, sus pupilas dormidas lo demuestran, y esa cara mal humorada de “Odio esto” Es más que suficiente a para saber que un día tendrá un fatal accidente. Pero aun pareciendo un dormido haragán no niego que me llevo en un santiamén al aeropuerto, condujo con bestia… Pero si lo vuelve hacer que importa. ¡Ya estoy en el aeropuerto!
Otro pasaje más de espera. Esperar trámites de papeles más gracias a Apep, no puedo sacar nada de este país si un permiso de legalización. Cuando la secretaria me dijo eso no supe que hacer y la decepción no tardo, por mi mente paso la idea de que tendría que regresar para obtener esos benditos papeles y no irme hoy. Pero ¡No! Esos documentos se sacaban allí mismos. Suspiro de alivio que me dio.
La secretaria se llevo unos documentos y me los entrego.
Xxxx: debe ir a la sala 5 a traer otro sello en los 4 papeles, cuando los tenga solo los entrega con el pasaporte y listo.
Yo: ok! –Doble el papel- gracias, realmente gracias, no creí que esto fuera así. Pero gracias –Repetí-
Xxxx: es un placer, buen viaje.
Busque confundido lo más pronto la sala 5. No la hallaba por ninguna parte, tuve que preguntar a una ordenanza que pasaba con su escoba a lado mío. Me indico que estaba hasta en el otro edificio del aeropuerto, le agradecí apresurado y me fui casi corriendo.
¡Aleluya! No había nadie esperando. Logre que sellaran los papales y volví a salir apurado sin embargo en la puerta, una mujer... Bueno una anciana realmente intento detenerme pidiéndome que le comprara un collar. No estaba interesado y bruscamente respondí que no, pero la mujer con tanta insistencia comenzó a perseguirme.
Yo: -me debute- oiga ya, por favor, mi vuelo está por salir, deje de seguirme odio eso
Xxxx: cómprame este collar hijo, sería un lindo regalo para tu novia
Yo: ¡No! –Gruñí- Y ya deje de seguirme -dije volviendo al paso-
Xxxx: ¡COMPRALO! –Dijo la anciana testaruda otra vez tras de mí-
Yo: -Pare de nuevo- está bien, está bien –Repetí- ¿Cuánto quiere? –Pregunte fastidiado-
Xxxx: no importa cuánto desees darme por él, lo más valioso es el corazón negro según el humor que tengas cambiara de color, en verdad lo hace. Esta negro porque así estamos todos debido a los pecados, pero cuando toque la piel viva el color puede variar. Págame lo que tú quieras
Yo: -Saque la billetera y mire a la anciana- sonreí- ¡Interesante! –Di el dinero, no sé cuanto pero un detectablemente el precio justo- Ahora ya deje de seguirme –Dije dando la vuelta-
Xxxx: ¡Desde luego! –Exclamo quedándose ahí-
Con poca importancia guarde el collar en el bolsillo de mi chaqueta y corrí, llegue a tiempo para entregar la documentación. El vuelo 123 fue anunciado por el megáfono, estaba a punto de partir.
Muy tranquilo entre al avión y me acomode en mi asiento a lado de la ventana, las aeromozas dramatizaron como siempre las indicaciones, sin más espera el avión comenzó a subir. Y bien hay iba él príncipe, abandonando la ciudad extraña en la que también cometí destrozos, en la que deje bajo su tierra un tesoro enterrado, en la que descubrí que los policías son tan malos como los chistes de Tayler. Donde las estrellas de un hotel ya no brillaran. Y desde aquí arriba solo veo luces podridas, artificiales fingidas, no es solo este país la fachada de paraíso, si no todos, porque de no ser así yo ni ninguno de las mentes criminales existiera.
Odio los viajes largos, son aburridos pero este se lleva el premio porque me durmió profundamente sin estipulaciones. Despertaba por minutos, las azafatas pasaban ofreciendo, las asquerosa comida de los aviones. Amablemente me negaba. Y volvía cerrar los ojos, me dormí toda la noche como un alma recién nacida, fue espectacular despertar y ver que el frio y hielo de mi país bañaba el avión, si fue genial pero ese mismo invierno de nieve sacudía frívolamente el vuelo, oír que el avión tronaba me daba un poco de pánico, debido a tanta turbulencia la voz del capitán hizo su llamado de atención a los pasajeros.
“Lamentamos informar que estamos sufriendo anomalías en los vientos, está nevando muy fuerte y las turbulencias son violentas, pero por favor no se asusten estamos por llegar a tierra” “Cambio fuera”
Las palabras del capitán no me desapartaron los nervios, he visto películas y eso es lo que dicen siempre incluso los ensayan antes del vuelo. No, no, no pero como estar tranquilo si cada vez el avión se agitaba mas y hacia esos sonidos de cómo si se estuviera destrozando algo, mis nervios crecían a mil. ¡Baya ya encontré mi fobia! Por segundos pensaba que los inhaladores se soltarían, pero nada que ver, solo era mi absurda imaginación. Después de unos pocos minutos de pavor el llamado del capitán llego otra vez con más alivio dijo que nos colocáramos los cinturones porque estábamos por aterrizar. Y así fue como Salí de ese avión con los pelos de punta y sin mencionar el enorme frio.
Es de mañana y ya estoy en Alemania con los pies en mi tierra, creo que jamás olvidare el temor que viví dentro de esa ave de mil demonios.
Bajo la nieve y sujetando fuerte mi chaqueta entre a la sala para registrar la salida de mi equipaje, sin embargo al pasar por la sala de espera me lleve la más bella noticia del día porque mi perfecta novia estaba allí, vestía con un pantalón y la infaltable chaqueta larga su delicioso cuello lo cubría una bufanda rosa y claro llevaba esos zapatos altos haciéndola ver aun mas hermosa, ella sin retraso corrió discreta y a la misma vez emocionada donde me encontraba, no retuve mi sonrisa por verla.
Mischa: ¡Bill! –Exclamo emocionada, mientras me abrazaba-
Yo: hola Mischa –Dije respondiendo a su afecto-
Mischa: ¡Hay qué emoción verte de nuevo! Estoy desde hace más de una hora esperando por ti
Yo: ¿En verdad?–Sonreí- no debías molestarte
Mischa: no es una molestia es un placer, y si hubiese llegado más tarde te hubiera esperado hasta verte
Yo: -Baje la mirada sonriendo- ¡Gracias!
Mischa: pero cuéntame ¿Cómo te fue?
Yo: bien supongo… Oye debo de ir por mi equipaje en este instante ¿Me acompañas?
Mischa: pues claro
Mischa caminaba a mi derecha callada llevaba sus ojos perdidos al piso, mordía su labio inferior, tal vez pensaba en algo. Pero tan pronto llegamos a retirar las maletas se aparto de su misterio.
Mischa: ¿Bill el auto del aeropuerto llevara tus cosas al departamento?
Yo: si, como siempre
Mischa: yo vine en el mío, creo que podríamos irnos en el mío, así te ahorras todo eso y sería más fácil
Yo: mmm –pensé- Esta bien, y si tienes razón, el que me llevo ayer era conducido por un frívolo amargado
Mischa: -rio- ¿De verdad?
Yo: si, debiste verlo –Exclame tomando una maleta-
Mischa volvió a reír y tomo la iniciativa de ayudarme, guardamos todo en el baúl, excepto a Apep la cual lleve en mis piernas, Mischa llamo mi atención por ello.
Mischa: entra eso ahí –Señalo-
Yo: no, debo llevarlo aquí conmigo
Mischa: ¿Por qué?
Yo: es algo especial, y no lo puedo tirar ahí
Mischa: -frunció el ceño- como quieras.
Entramos al auto, mi novia comenzó a conducir con la boca cerrada, aunque veía la caja que llevaba en mis piernas, con una incertidumbre perpleja. Pero no preguntaba nada. Hasta estacionarse en la orilla techada del apartamento.
Mischa: bien, ya estás en casa.
Yo: -tome su rostro y la bese emocionado- muchas gracias, eres muy amable, bella, dulce lo tienes todo
Mischa: -rio- así es -Volvió a besarme- y tu eres muy sincero, así que dime que traes en esa caja
Yo: cuando subamos te lo diré
Mischa: está bien –Dijo interesada-
Empuje la puerta principal del apartamento, el conserje me saludo muy contento, respondí levantando mi mano a la distancia, mientras el ascensor se cerraba. Volver a caminar por los pasillos fue fascinante, aunque iba cargado con el equipaje y la caja era fantástica, mi pobre novia iba casi igual que yo, pero al entrar de una vez a la habitación dejamos caer todo en el suelo y ella me abrazo y beso de nuevo.
Mischa: extrañaba hacer esto.
Yo: yo también –Tome su cintura dirigiéndola directo al sofá, la seguía besando, pero me freno con intención dándome una pregunta-
Mischa: ¿Y cómo te fue? –Exclamo acomodándose bien en el mueble-
Yo: muy bien… Fue tiempo de documentación y firmas, el clima haya era muy diferente aquí –La mire- La nieve… La extrañaba
Mischa: no hay un lugar mejor que Alemania, -Sonrió- ¿Y me dirás que traes en esa caja?
Yo: claro –Me levante a traerla y me volví a sentar- es algo extraño, tal vez te de miedo y me etiquetes pero me pareció interesante tomarla. Mischa no tengas miedo
Mischa: ok! –Respondió confundida- ¿Y qué es?
Yo: -destape la caja de cristal y abrir la tapa, metí mi mano derecha y con delicadeza tome a Apep- esto –puse la víbora frente los ojos de mi novia-
Mischa: Haaa –Grito tirándose de un brinco- ¿Es es eso? ¿Bill es una serpiente?
Yo: si, se llama Apep
Mischa: oooye eso no es normal, -dijo riendo nerviosa- puedes tener un perro, un gato incluso un pollo pero ¿Una serpiente?
Yo: cuando llegue a Malasia fui a un tour, un tipo raro al que no entendía su idioma me la dio, dijo que había estado esperando un amo por mucho tiempo, ella me eligió, fue algo místico, me gusta probar cosas nuevas por eso acepte la responsabilidad de cuidarla. No tengas miedo no te hará daño
Mischa: hooo si tu lo dices –replico volviendo a sentarse- ¿Le pusiste Apep? –pregunto tratando de tomarla-
Yo: tenla no te hará nada, -insistí- Apep era muy poderosa, leyendas griegas y todo eso ¿Sabes de lo que hablo no?
Mischa: por supuesto –respondió inspeccionando los dientes de la serpiente- grandes colmillos Heee ¿Qué le das de comer?
Yo: pequeñas ratas importadas –reí- eso come, deben estar vivas es una cazadora y seria contra la ley de la naturaleza matar su instinto, se lo que estas pensando ahora “Hooo Bill es una maldito loco, raro, y su serpiente es una colmilluda mansa”-Dije con un tono de voz burlo, solo para intentar hacerla reír-
Mischa: eso mismo se está cruzando por mi cabeza en estos instantes –Respondió en son de broma- No, Bill –Guardo la seriedad- eso no es raro para mí –Bajo la mirada- toda mi familia desde siempre, han tenido la costumbre de tomar fotos cuando alguien de la familia fallece. Los sientan en una silla con los ojos cerrados, sacan la foto y la guardan en un álbum, yo tengo uno pero no me gusta verlo, eso es tétrico y anormal, pero es una costumbre que no rompen jamás.
Yo: whooow esa no me la esperaba –dije sorprendido- suspire- ok! Dejemos todo esto a un lado. Usted bella damisela -dije en mi mejor imitación de lord Mountbatten- ¿Quisiera salir conmigo a visitar a la abuela Polly en este momento? –Sonreí-
Mischa: -continuando el juego miro hacia el techo- ¡Déjeme pensarlo! Mmm está bien –rio-
Yo: entonces solo permíteme acomodar a Apep en algún lugar de la mesa y nos vamos.
Mischa: en mi auto
Yo: -vire los ojos- en tu auto –me levante y busque un lugar donde poner la caja, la deje junto al televisor muy bien acomodada- ¿Queda bien aquí no? –Pedí opinión a Mischa-
Mischa: si creo que espantara a cual quien niño que quiera colarse –dijo en broma-
Yo: aquí no hay niños –camine a la mesa- solo esta Maddy pero él no es un niño, es un bastardo infantil que es diferente
Mischa: deja la rivalidad con Maddy, además, muchas cosas han cambiado desde que te fuiste
Yo: ¿A qué te refieres? … Hooo –fruncí el ceño- otra cosa señorita ¿Quisiera explicarme usted porque no fue a trabajar?
Mischa: día libre –respondió moviendo sus cejas-
Yo: ¿Día libre?
Mischa: ajan, ya no es solo Girola el jefe si no también un nuevo comandante llamado Kendall. Pero descuida es igual de antipático que Girola, y por lo que se ve nuestro amagado jefe odia a Kendall viven paliando, y Tayler mmm lamento decirte esto pero… Kendall lo coloco como compañero de Maddy?
Yo: ¿Qué? ¿Pero porque? –me exalte-
Mischa: ¡Ordenes! Pero creo que cuando regreses el volverá a ser tu compañero, ¡Creo! No estoy segura
Yo: ¡Baya! –Me dije perplejo- ¿Y que mas?
Mischa: muchas cosas más lindo… emmm vámonos ya, te las contare en el camino
Yo: con lujo de detalles.
Mischa: ¡Con todos los detalles!
Micha cogió mi brazo y con el otro azote la puerta.
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