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¡La decisión que acababa de tomar era irrevocable! Caminé al espejo, me vi reflejado en él y con la tijera corte mi cabello dejándome solo un fleco a la mitad del rostro, me gustaba lo que veía, ahora sería diferente. Sería otra persona.
Como siguiente punto me cambie la ropa, no usaría lo mismo en definitivo, me puse unos zapatos “Converce”, guantes, la sudadera negra y Jeans del m...
ismo color; tenía ganas de salir a divertirme con una persona en especial. ¡Pero no me refiero a la “Diversión” Usual que todos conocen!
Asome la cabeza por la puerta y al lado derecho del pasillo vi a mis supuestos colegas riendo con Simone, lucían preparados para salir. Permití que se fueran primero entonces me escape directo al comedor público, casi era irreconocible por la forma en la que andaba; cuando llegue los Chefs pasaban de aquí para allá cerca de mí sin preguntar nada. Me di la libertad de entrar, estaba seguro que no llamarían mi atención aunque me reconocieran ¡Soy Bill Kaulitz! Y tan solo el sueldo de todos ellos sale del pago de mi habitación.
El motivo de encontrarme allí era ¡Un cuchillo! ¡Si eso buscaba! Quería un artefacto sencillo pero doloroso, puse mis ojos a ser partícipe de las intenciones y bingo lo encontré; era una navaja negra cargada de un filo genial, me llamo mucho la atención y se podría decir que la tome sin permiso ¡Ese era el punto! Vi mis rostro reflejado en ella, sin lugar a duda aparentaba ser otra persona, no sostuve las ganas de deslizar un dedo por el filo. Suspire emocionado y escuche la voz dentro de mí.
-¿Te gusta hacer eso Bill? –Pregunto Chris-
-esto me causa un cierto placer, siento que me excita más que una mujer –Le respondí con un rostro lujurioso-
Ella rio y me dijo- ¿whooow cuéntame para qué quieres eso?
-tú dijiste que sería divertido jugar con alguien y ¿sabes? Lo pensé mejor, creo que tienes razón, debo soltar de una vez por todas ese deseo comprimido por los años, no puedo más con el
-¡Me alegra mi príncipe! –Dijo Chris en tono satisfactorio- No hay nada malo en ser uno mismo, libérate de una vez antes de explotar. Yo seré tu único testigo, la única compañía. Termina de fingir sentimientos, deja de hacerte daño a ti mismo ¡Carajo!
-siempre sabes cómo animarme, no tienes idea de cuánto desearía tenerte aquí –Le dije en cuanto libere un largo suspiro-
-yo siempre estaré aquí aunque no me puedas ver, siempre seré tu único cómplice, es suficiente para mí que tú te sientas bien –Respondió en una vos suave-
Chris es la manipuladora perfecta y para mí no es solo un fantasma si no un ¡Ángel a lado izquierdo! Me comprende, anima como nadie sabe hacerlo, además asegura que pudo haber sido el amor de mi vida y creo en eso ¡Envió mi mente por el terreno de su muerte! ¡Yo lo vi! Maldito el que le quito la vida, la amarro a un mundo irreal, dejando su alma atrapada como el ave cautiva en la jaula de oro. Pero aun así Christina no me abandona ¡Quién lo diría! Un ser del otro lado es mi única compañía.
Discreto observe que nadie notara lo que me guarde en el bolcillo de la sudadera y salí disimulando con un leve silbido, eran las 10: PM cuando ya me encontraba caminando fuera del hotel; no me importaba nada ni mi identidad porque sabía que era irreconocible. Iba rumbo al consultorio del doctor Althusius. Cuando llegue las puertas estaban con llave y las persianas cerradas, tampoco concluí donde podría hallar, entonces seguí caminando, baje al parqueo público, el que se ubicaba en un sótano. Ahí estacionaban los autos los trabajadores del hotel y sus alrededores. Aparentemente la oscuridad se apropiaba del campo tan solo una pequeña luz de foco hacia brillar a la sombría oscuridad y ni siquiera un mísero guardia de seguridad custodiaba el lugar ¡Cosa que me convenía! Así que me otorgue el derecho de escabullirme entre todo el estacionamiento, con la intención de prevenirme testigos por lo que estaba a punto de hacer.
Busque el auto del doctor en todos lado, me moría por darle una sorpresa realmente buena, pero desgraciadamente no tenía idea de cuál era, sin embargo la suerte estaba de mi lado ya que una placa que enmarcaba “Althusius” me indico. ¡Excelente lo había encontrado! Decidido volví a observar el ambiente que me rodeaba, para arrastrarme como serpiente por la parte de atrás, en mi primer intento de abrir la puerta logre entrar. Una vez allí nada mas faltaba esperar al sujeto.
Para entretenerme saque la navaja y la rose entre mis labios he impacientemente ansiaba la llegada del desdichado.
Prevalecí por más de veinte minutos, cuando al fin me percate de la presencia del psicólogo, venia caminando despacio con un folder en las manos y eso malditos ojos verdes protegidos por los lentes sin gracia.
Que hara? que hara? jejejeje les traigo el otro cap por que....es que lo ultimos dias de vacaciones subire doble cap ya que no tendre mucho tiempo de subir cuando entre a clases y para que no se queden todas intrigada a morir lo hare ;)
Asome la cabeza por la puerta y al lado derecho del pasillo vi a mis supuestos colegas riendo con Simone, lucían preparados para salir. Permití que se fueran primero entonces me escape directo al comedor público, casi era irreconocible por la forma en la que andaba; cuando llegue los Chefs pasaban de aquí para allá cerca de mí sin preguntar nada. Me di la libertad de entrar, estaba seguro que no llamarían mi atención aunque me reconocieran ¡Soy Bill Kaulitz! Y tan solo el sueldo de todos ellos sale del pago de mi habitación.
El motivo de encontrarme allí era ¡Un cuchillo! ¡Si eso buscaba! Quería un artefacto sencillo pero doloroso, puse mis ojos a ser partícipe de las intenciones y bingo lo encontré; era una navaja negra cargada de un filo genial, me llamo mucho la atención y se podría decir que la tome sin permiso ¡Ese era el punto! Vi mis rostro reflejado en ella, sin lugar a duda aparentaba ser otra persona, no sostuve las ganas de deslizar un dedo por el filo. Suspire emocionado y escuche la voz dentro de mí.
-¿Te gusta hacer eso Bill? –Pregunto Chris-
-esto me causa un cierto placer, siento que me excita más que una mujer –Le respondí con un rostro lujurioso-
Ella rio y me dijo- ¿whooow cuéntame para qué quieres eso?
-tú dijiste que sería divertido jugar con alguien y ¿sabes? Lo pensé mejor, creo que tienes razón, debo soltar de una vez por todas ese deseo comprimido por los años, no puedo más con el
-¡Me alegra mi príncipe! –Dijo Chris en tono satisfactorio- No hay nada malo en ser uno mismo, libérate de una vez antes de explotar. Yo seré tu único testigo, la única compañía. Termina de fingir sentimientos, deja de hacerte daño a ti mismo ¡Carajo!
-siempre sabes cómo animarme, no tienes idea de cuánto desearía tenerte aquí –Le dije en cuanto libere un largo suspiro-
-yo siempre estaré aquí aunque no me puedas ver, siempre seré tu único cómplice, es suficiente para mí que tú te sientas bien –Respondió en una vos suave-
Chris es la manipuladora perfecta y para mí no es solo un fantasma si no un ¡Ángel a lado izquierdo! Me comprende, anima como nadie sabe hacerlo, además asegura que pudo haber sido el amor de mi vida y creo en eso ¡Envió mi mente por el terreno de su muerte! ¡Yo lo vi! Maldito el que le quito la vida, la amarro a un mundo irreal, dejando su alma atrapada como el ave cautiva en la jaula de oro. Pero aun así Christina no me abandona ¡Quién lo diría! Un ser del otro lado es mi única compañía.
Discreto observe que nadie notara lo que me guarde en el bolcillo de la sudadera y salí disimulando con un leve silbido, eran las 10: PM cuando ya me encontraba caminando fuera del hotel; no me importaba nada ni mi identidad porque sabía que era irreconocible. Iba rumbo al consultorio del doctor Althusius. Cuando llegue las puertas estaban con llave y las persianas cerradas, tampoco concluí donde podría hallar, entonces seguí caminando, baje al parqueo público, el que se ubicaba en un sótano. Ahí estacionaban los autos los trabajadores del hotel y sus alrededores. Aparentemente la oscuridad se apropiaba del campo tan solo una pequeña luz de foco hacia brillar a la sombría oscuridad y ni siquiera un mísero guardia de seguridad custodiaba el lugar ¡Cosa que me convenía! Así que me otorgue el derecho de escabullirme entre todo el estacionamiento, con la intención de prevenirme testigos por lo que estaba a punto de hacer.
Busque el auto del doctor en todos lado, me moría por darle una sorpresa realmente buena, pero desgraciadamente no tenía idea de cuál era, sin embargo la suerte estaba de mi lado ya que una placa que enmarcaba “Althusius” me indico. ¡Excelente lo había encontrado! Decidido volví a observar el ambiente que me rodeaba, para arrastrarme como serpiente por la parte de atrás, en mi primer intento de abrir la puerta logre entrar. Una vez allí nada mas faltaba esperar al sujeto.
Para entretenerme saque la navaja y la rose entre mis labios he impacientemente ansiaba la llegada del desdichado.
Prevalecí por más de veinte minutos, cuando al fin me percate de la presencia del psicólogo, venia caminando despacio con un folder en las manos y eso malditos ojos verdes protegidos por los lentes sin gracia.
tu también estas de vacas? Yo igual! ^^ pero entro este lunes :/ pero bueno. Bill! Lo matará?! O.o,dios! Ho y mañana subo en dos fics mías ^^ y te recomendaré :). Ay,Krizz,ando depre :c
ResponderEliminarCreo que metí la pata :c pero bueno u.u,en fin...quien es la mujer que dice Bill???!!! O.o...no será su madre,cierto?! :o OMG!!! 0.0 ,ok,Krizz hoy se me metió lo cursi :3 y definitivamente te agradezco tu amistad...
ResponderEliminarque bueno que te gusten mis fics :3 al igual que descubrí tu genial forma de escribir c: . Siempre contaras conmigo :33 ok,se despide de ti tu amiga SanDra :3
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